Si pensamos en el color negro, lo primero que se nos
viene a la mente es que es un color opuesto a la luz, sombrío y que desprende
tristeza. Pero lo cierto es, que empleando perfectamente este color con las
degradaciones que nos ofrece el gris y el color blanco, podemos conseguir
espacios exclusivos y elegantes.
Los escaparatistas utilizan este color cuando quieren
eliminar la sensación de volumétrica. Esto les obliga a utilizar una luz
especial, que en la mayoría de los casos lo que conseguimos es realzar el
producto y darle la importancia que merece.
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